- El Juez
Escobar falló contra los geselinos
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LA EMPRESA GESELL
DEBE SEGUIR CRECIENDO
- No es la
primera vez que el Dr. Marcelino Escobar toma determinaciones
que atentan contra la economía geselina. Incapaz de resistir
presiones mediáticas, no utiliza el mismo criterio ante
situaciones similares. Es sumamente permisivo con Pinamar y La
Costa, en algunos casos si exigir cuestiones que la Ley exige
debe tener en cuenta y utiliza en Gesell procedimientos
limitativos que ponen en riesgo la economía local.
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El juez Antonio Marcelino Escobar, titular del Juzgado en lo
Contencioso y Administrativo N° 1 de Dolores, ordenó la
paralización de las obras de dos balnearios de la nueva
ordenanza referente a la playa que la Municipalidad adjudicó en
2010, siendo estas unidades en las cuales los concesionarios
utilizaron cemento para desarrollar la construcción.
Este fallo surgió luego de una demanda iniciada por el Fiscal de
Estado de la provincia de Buenos Aires, Ricardo Szelagowski,
quien a fines del pasado año presentó una demanda ambiental
contra la Municipalidad de Villa Gesell solicitando la inmediata
paralización de las construcciones en playa, la derogación de
las ordenanzas vigentes y la remoción de materiales de las obras
realizadas en los últimos meses.
Tras esta demanda, Escobar ordenó el pasado viernes detener las
tareas a realizar, más allá de que las unidades están terminadas
y ya tuvieron actividad laboral durante este pasado verano,
siendo afectadas las Unidades Turísticas Fiscales del Paseo 123
y 148.
Le prohibió a la Municipalidad que haya posibilidad de abrir
“una nueva licitación, concurso o autorizar nuevas
construcciones y habilitaciones de Unidades Turísticas
Fiscales”.
En su resolución, Escobar menciona el uso de cemento en las
construcciones, lo que estaría prohibido según la última
ordenanza municipal, que habilitó a esta nueva camada de
Unidades Turísticas Fiscales. Lo cierto es que no está prohibida
la construcción con cemento, es más tanto el Fiscal como el Juez
tienen notas firmadas para el Partido de Pinamar, en donde dan
su consentimiento para la construcción de cemento en playa para
la temporada pasada, existiendo también antecedentes del Juez
Escobar, quien permitió unidades de cemento en el Partido de La
Costa y en la Municipalidad de Mar del Plata. Queda claro que
existe una manifiesta animosidad del Dr. Escobar con las
autoridades y el pueblo de Villa Gesell, seguramente filudo por
cuestiones políticas.
Lo cierto es que la resolución de Escobar tiende a perjudicar
las inversiones y una ciudad turística, sin ellas, tiende a
transformarse en no competitiva y por ende, deja de ser rentable
para todos.
- Lo cierto
es que una reflexión global se impone acerca de una vieja
tentación de la política: su judicialización. Cuando a
principios de los años treinta del siglo pasado, los
republicanos no tenían mayoría política para detener la política
del Nuevo Trato, recurrieron a la Corte Suprema. Esta comenzó a
echar abajo importantes medidas de la política económica del
Presidente Roosevelt, basándose en el derecho de propiedad o en
las facultades de los gobiernos estatales. Se llegó a hablar del
"gobierno de los jueces".
Diversidad de Opiniones
En perspectiva comparada, algunos autores ven en esa
judicialización algo positivo, pues protege al ciudadano de los
abusos de los gobiernos, frena la corrupción y pone límites al
burocratismo y a la mala administración.
Pero otros autores sostienen en general que no es bueno que se
sustituyan decisiones políticas por decisiones judiciales o que
se modifiquen las decisiones de políticos responsables ante el
electorado por fallos judiciales. Otros señalan que sobre todo
por una práctica y una educación no adecuadas a los nuevos
tiempos, los jueces no tienen la capacidad de supervisar
políticas públicas contemporáneas.
Además se señala que los tribunales son decisores públicos
que normalmente sólo actúan por iniciativa de las partes
litigantes. Estas, además, piden la acción judicial, velando
sólo por sus derechos e intereses. El interés general queda así
ocultado. La importancia pública del proceso judicial acaba con
la sentencia, pero el Estado, a través de la administración
pública y la promulgación de leyes, tiene otros importantes
instrumentos de acción.
Por todo ello se ha dicho a propósito de la experiencia europea
reciente que "dado que los procesos judiciales son
esencialmente bipolares están diseñados para resolver conflictos
en términos de los intereses de sólo dos partes o grupos
representados por esas partes. Y como los procesos judiciales
conciben a las partes como adversarios, los conflictos se
dirimen exclusivamente sobre la base del material que cada una
de las partes opta por mostrar ante el tribunal. Si el
problema requiere para su adecuada resolución la consideración
de intereses de partes que no están presentes ante el tribunal y
que no están formalmente en conflicto entre sí, de personas que
incidental o consecuencialmente pueden verse afectadas por
cualquier resolución adoptada sobre la disputa, entonces un
tribunal no es la institución ideal para la resolución de un
conflicto de ese tipo".
En Villa Gesell, un privado politizado judicializó la
cuestión de la playa. Un Juez, politizado, sostiene que se
aviene a derecho y que no va a tener en cuenta las autonomías
municipales en la toma de decisiones.
Pero claro, no dice que en otro Distritos vecinos midió
idénticas situaciones con las mismas leyes pero… ¡Fallando de
manera distinta! Por eso está politizando la judicialización, y
también matando a la gallina de la que viven los geselinos. Que
quizás ya no sea la de los huevos de oro. Pero es la única. Y si
el Dr. Escobar, acepta el proceso de la judicialización de la
política y de la politización de la justicia, habrá cometido un
desatino. La Justicia, lenta no es Justicia. Pero si la toma de
decisiones se emparenta con la política, es injusticia.
- En el nuevo
amparo no a favor, si no contra la playa, como una cuestión
paradójica o una más de las tantas, los principales gestores de
la medida cautelar son... Concesionarios de Unidades Fiscales
que anteriormente cuestionaron y severamente a los amparos que
les impedían a ellos hacer sus obras. Y el abogado amparista,
devenido en ecologista, es un profesional de Dolores que
defendió a un oferente en una Licitación en el Partido de La
Costa que pretendía construir un balneario de cemento, ladrillos
y hasta con un helipuerto... Y fue pre-candidato a Intendente
por el radicalismo en su Distrito.
- Los
tiempos se acortan. La Cámara ahora, además de hacer justicia,
deberá tomar decisiones referidas a la economía global de la
ciudad y no responder a un minúsculo sector de opositores.
Tendrá que sacar el componente político de sus decisiones, que
motivan, evidentemente, al Juez de Dolores Y además, tendrá que
darse cuenta que se está transitando un camino que es confuso,
al menos y tiene que ver con la división de poderes. El fallo de
Escobar se entromete en las autonomías municipales. Y forma
parte de un juego maquiavélico, tendiente a jaquear a la
administración municipal. Que haga Justicia. Y pronto.
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