• LA PAYADA DE LA SEMANA

    La temporada pasó

    y se escuchan las puteadas…

    ¡Me quedo con las pasadas!

    -gritaba  un comerciante….

    ¡No quiero ser vigilante

    pero las tengo inflamadas…!

     

    Le pregunté qué pasó

    y me dijo a los gritos…

    ¡Me faltaron billetitos,

    iré a Europa solo un mes…

    Todo me salió al revés

    en casa estamos fritos…

     

    ¡La culpa fue de Cristina!

    y de los negros de Perón…

    Ellos hablan de inclusión

    y de fútbol para todos…

    y yo me muerdo los codos

    porque soy muy gorilón.

     

    ¡Sí gobernara Mauricio

    esto no sucedería!

    A los grones mandaría

    a la “cosa” de la lora…

    Y la caja registradora

    otra vez trabajaría….

     

    Y siguiendo con su canto

    el gorila geselino…

    Decía que el argentino…

    Es el hijo del rigor…

    Y que solo un dictador,

    ha de encontrar el camino…

     

    Lo mire serenamente,

    y con voz clara y serena

    le dije que daba pena,

    escuchar lo que decía…

    Y que nunca volvería,

    el tiempo de la serpiente….

     

    La batalla cultural

    sigue siendo la batalla…

    porque la prensa canalla

    sigue tirando basura….

    Socia de la dictadura,

    ataca y jamás se calla.

     

    El problema está planteado,

    no es fácil  la solución.

    Ya no alcanza con Perón…

    es necesario sumar…

    ¡Nacional y Popular!

    ¡El movimiento en acción!

     

    El payador anda con el paso cambiado. Sin dejar de ser un gaucho de la pampa, camina ahora al ritmo del 2 x 4. ¡Lo parió... como tiran!

     

    No sabés como quisiera
    brindarte una serenata
    para decirte, che ñata,
    lo sincero de mi amor.

    pero me embarga el dolor:

    Tengo la viola empeñada

    y la voz está achacada

    y vos no tenés balcón...

    por eso de corazón

    no puedo cantarte nada.


    Si cacho papel y lápiz
    para hacerte una misiva
    las faltas de ortografía
    me harían pasar calor.

    aunque yo sienta pavor

    me disfrazo de poeta,
    para decirte, pebeta,
    este tango es para vos.

    Lo bailaremos los dos

    si vos me das la receta.

     

    Te voy a escribir un tango...
    Un tango rante y florido
    que te susurre al oído
    un amor de alto rango.

    Habré de saltar el fango

    en tiempo de dos por cuatro

    Petiza no haré teatro...

    mí verso será sincero...

    Saltaré desde el ropero

    a la hora veinticuatro.


    Por cierto ando metido
    y por eso  me arremango
    Te voy a escribir el tango
    más cafiolo y más florido
    para decirte al oído

    que te metiste en mí cuero...
    No te diré que me muero
    si lo que quiero es vivir

    Más quizás deba partir

    no quiero un amarradero.


    Sos una estrella en mi cielo,
    sos llovizna en la vereda,
    sos Paseo  y Alameda
    pero también vos sos hielo

    andás alto y por el suelo
    sos el perfume y aroma
    de una rosa que se asoma
    coqueta de algún balcón...

    Más te falla el corazón,

    y no me gusta ni en broma.

     

    Ya sin corte y quebrada

    y siguiendo la espinela,

    voy a encender una vela,

    de color y perfumada.

    La casa recién pintada,

    y muy cálido el ambiente...

    Marcan el cambio evidente

    del payador geselino...

    El le sonríe al destino,

    y en la espera es muy paciente.

     

    La milonga ha de llegar

    despacito y sin apuro

    y tal vez a su conjuro

    yo me pueda enamorar...

    Pero antes... ¡A cenar!

    yo la convoco a mí casa...

    Verá como el tiempo pasa

    entre bocado y bocado...

    Por algo esto ha pasado,

    y se hace roja la brasa.

     

    La gran Eladia escribió

    un tango que es poesía...

    disfruté mientras leía,

    la verdad, me conmovió.

    Al miedo se refirió

    con dolor y esperanza...

    Cuando se acabe la danza,

    la vida sigue esperando...

    Deje que vivan volando

    mariposas en su panza.

     

    Escuchar “El miedo de vivir”

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