Hay que ser, no parecer

MILITANCIA CONTRA TODOS

La mayoría de los viejos  militantes del Campo Nacional y Popular, decidimos dar testimonio de nuestra pertenencia al mismo, respaldando desde afuera del FV, la gestión de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner,  como antes se había hecho con Néstor Kirchner. Somos parte de los cientos de miles de ciudadanos que creen que la proa del gobierno está claramente dirigida a consolidar un modelo de inclusión, y por eso decidimos subirnos a ese barco y defenderlo de todo y de todos porque con esta  gestión y la anterior, se instalaron temas que parecían acabados e imposibles de revivir; porque las discusiones sobre política dejaron de ser teóricas y utópicas para formar parte de la realidad concreta y cotidiana; porque volvieron a escucharse palabras como Estado, Justicia y distribución no sólo como parte de consignas panfletarias; por la formidable asignación universal por hijo; por el plan Conectar Igualdad, por la notable reducción de los índices de desempleo, pobreza e indigencia; por la estatización de las jubilaciones; por los millones de personas que se pudieron jubilar sin haber hecho aportes; por los aumentos periódicos de jubilaciones y salarios; por la ley de medios; por la derogación de la ley de obediencia debida y punto final, por la inconstitucionalidad de los indultos; por el descabezamiento de las Fuerzas Armadas y la policía; porque sus enemigos políticos y periodísticos son los que yo quiero tener; por el apoyo constante a la producción y el fomento de las pequeñas y medianas empresas; por la estatización del correo; de las fábricas de aviones y de las transmisiones de fútbol y automovilismo; por el Canal Encuentro, Por Paka-Paka, por la TV Digital, por la  nacionalización de YPF, por la Ley de Igualdad de Géneros; por el Matrimonio Igualitario; porque hoy no es conocido el nombre del jefe del Ejército; por el espanto de los gorilas de toda clase; por la reivindicación de los derechos de los pueblos originarios; por la ley de bosques; por la ley que refuerza los derechos de las empleadas domésticas; por el principio de no reprimir las protestas sociales; por el apoyo a las cooperativas de construcción de viviendas; por autoproclamarse como un gobierno popular; por la fiesta del bicentenario; por la ley de medicamentos genéricos; por haber descolgado el cuadro de Videla y por haber colgado los cuadros de próceres latinoamericanos en la Casa Rosada; por la amistad con los gobiernos latinoamericanos que impulsan el socialismo del siglo XXI; por UNASUR y su activa defensa de los mismos; por canal 7 y por canal Encuentro; por la ley de inmigrantes; por la derogación de la ley de flexibilización laboral; por el apoyo a las Madres de Plaza de Mayo y por acompañar la búsqueda de hijos de desaparecidos por parte de las Abuelas; por la Ley del matrimonio igualitario, porque muchos periodistas e intelectuales que respeto defienden el modelo y porque muchos periodistas e intelectuales nefastos son furiosos contreras;  porque ya no vienen cada dos meses los representantes del FMI a dar órdenes a los ministros de Economía; por no haber cedido a los pedidos de ajuste de la oposición tras perder la elección legislativa; por el aumento para el presupuesto destinado a la educación; por la expropiación de la ESMA; por todo lo que falta; porque si se cae este gobierno no viene uno revolucionario y superador sino uno de derecha y reaccionario; porque estos logros no son patrimonio exclusivo de este movimiento sino de toda la sociedad, y nadie tiene por qué sentirse al margen de ella; y porque creo que para cruzar el río hacia la orilla más limpia y después subirse al barco, primero hay que embarrarse los pies y después remar con mucha fuerza y cuando estamos arriba hay que defenderlo profundizando el modelo y cercando cada vez más, a los nuevos golpistas y a los medios de comunicación cómplices.

Por eso, jamás renunciaré al trabajo militante, aún desde el periodismo, que defiende al Movimiento Nacional, Popular, Transformador y Racional.

Pero, además siento cierto hartazgo. Me cansó la competencia no militante, claro, para demostrar ser ante el poder cercano o lejano,  “El mejor kirchnerista de la década”.

Me cansé de los círculos áulicos del poder, que solo se esfuerzan por demostrar fidelidad canina pero que no son capaces de trabajar por el modelo nacional y popular, esforzados en ser los modelos de la genuflexión.

Me cansaron los que se dicen kirchneristas y se dedican a cazar kirchneristas, y aún peor, a cagar kirchneristas. Aclaro: Cuando digo kirchnerista me refiero a los compañeros del Movimiento Nacional y Popular, de todos los orígenes. Los cazadores de emergentes políticos esclarecidos, (por qué no les preocupan los boludos) serán compañeros… entre ellos. Los que militamos en tiempos difíciles, conviviendo con la muerte día a día y que en democracia seguimos defendiendo las mismas ideas integradores, surgidas al calor de la lucha de las Juventudes Políticas pluripartidarias, sabemos el valor de la palabra compañero. No es pertenencia de un partido. Somos compañeros todos los que integramos el Movimiento Nacional y Popular. Los compañeros estuvimos siempre juntos y lo seguimos haciendo.

Soy compañero, trabajaré activamente para consolidar en el poder al Movimiento Nacional y Popular y quiero disfrutar de eso, quiero aflojar la mandíbula y vivir la realidad. La realidad es que en la Argentina se vive bien. La realidad es que en la Argentina hay mucho por hacer. La realidad es que se está haciendo, y la realidad es que faltan muchos años de trabajo sostenido para decir que más o menos podemos sentirnos satisfechos.

Me cansé de los que tienen el dedito listo para señalar a otros, y mientras estás distraído te lo meten en el culo.  Me cansé de los tolerantes que sólo toleran las opiniones de ellos. Me cansé. No entiendo así al Movimiento.

En muchas de nuestras notas, tomamos con algo de humor unos de los versos más importantes de la Marcha Peronista: “Todos Unidos Triunfaremos”… Nosotros agregamos “Desparramados, que mierda hacemos”… Y de eso se trata, simplemente.  El Movimiento Nacional y Popular no pertenece a un solo partido ni a sus seguidores. Es de todos, y los que creen en él, deben trabajar por él y desde adentro. Eva Perón decía: "A la fuerza brutal de la antipatria opondremos la fuerza del pueblo organizado". Porque ya  no se trata de poner en valor aquello que se mostraba como apotegma de la vieja militancia: “Con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de nuestros dirigentes”. Hoy se trata de caminar juntos. Hay lugar para todos, menos para los tibios.

Hipólito Yrigoyen dijo: “Naturalmente que me sentí atraído por el drama tremendo de los que nada tienen y sólo anhelaban un poco de justicia. Ese poco de justicia que representa el mínimo de felicidad a que tienen derecho los proletarios de todo el mundo. Esta política liberadora, no fue, a pesar de ello, ni parcial ni partidaria, ni menos excluyente; se fundamentó en el bien común y dio estabilidad a todos los avances y al desarrollo económico y social de la Nación. Creí sacrílega la pretensión del régimen de querer eslabonar su pasado con la actualidad en el escenario de la república, dentro de un acomodaticio determinismo histórico. No. Triunfaron mis ideas, mi concepción de la libertad y de la justicia, y las glorias y prosperidades futuras serán comunes, porque no trasuntan el triunfo de un partido político sobre otro, sino el triunfo de la nación para bien de todos.”

El Movimiento Nacional y Popular sufre por causa de la falta de militancia y la consolidación de grupúsculos de poder. Es indispensable que los políticos verdaderos los que aman y trabajan, los que bregando avanzan confiados al futuro, aquellos que usan la política con el único fin del mejoramiento humano, den un paso al frente y cierren filas con la verdadera militancia. No deben confundir fidelidad al modelo con succión de glandes.

Decía el sabio Salomón:"Abre tu boca por el mundo en el juicio de todos los desvalidos, abre tu boca y defiende la causa del pobre y del menesteroso." (Probervios31-8 y9)

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