Historias en 140 caracteres

CUENTITOS  PARA EL TWITTER

 

Antes uno “normalito”

 

Método

Germán Delgado miró detenidamente la hoja  en la que había tecleado “FIN” y la depositó sobre un montón de otras en blanco.

—Curiosa forma de escribir un cuento –comentó sarcástica ella.

 —Bueno –sonrió él—, es un comienzo.

 

Los del Twitter

 

Descubrimiento

El poeta acabo su cuento y descubrió que  podía recorrer más mundos que con la poesía. Entonces se metió en sus historias y desapareció.

 

Desamores

Tan bien disueltas en la tuya como en la mía, ¡cómo duelen a mi espíritu todas esas otras carnes!

 

Fantasma

Esa mujer parece fantasma y yo, el lugar de las apariciones. Aunque sólo se manifiesta cada mes para cobrarme la cuota del divorcio.

 

Suplentes

Extenuado tras el beso que enardeció a Blancanieves, el príncipe se da vuelta y se  durmió. Por suerte, los enanos siguen allí.

 

Descifrado

Yo desconocía todo mi significado, hasta que aquel fin de semana entre besos y gemidos, vos me descifraste.

 

¡Mierda!

Hoy grité, rompí, sonreí, abracé, bebí, respiré, olvidé (por un instante) y me reencontré conmigo mismo. Hoy viví.

 

...

Ayer ni siquiera lo pensó... Cuando lo hizo ni lo meditó... y ahora, ¡¿Qué se yo?!

 

Círculo

Lloraba. Con su mismo llanto se arrullaba. Dormía. Soñaba. En sus sueños aún lloraba.

 

Autobiógrafo

Casi al concluir su autobiografía, se dio cuenta que su vida era frívola. Entonces, escribió su futuro disoluto y se dedicó a disfrutarlo.

 

Conciencia

Cuando recibió el beso de la princesa, tomo conciencia de su verdadera naturaleza. Era un simple sapo de estanque.

 

Insustancial

El filósofo emergió al fin de su particular mar de dudas, pero sólo para descubrir que lo firme no era sino un enorme bloque de hielo

 

Amores

Vuelven a ocupar su sitio. Ya gozaron. La ninfa acuática vuelve a la pecera, y el espíritu vegetal retoma al bonsái. Nadie se dará cuenta.

 

CORTITOS Y AL PIE

Tradicionales

 

Límite

Los gatos, cuando se les pasa la mano por el lomo, levantan la cola para indicar donde terminan. Y vos, cuando te acaricio la espalda, levantás el culo para anunciar donde empieza la puta.

 

Obnubilado

Siempre intuyó que del otro lado del mar vendría su amada. Se quedó mirando al horizonte hasta que sus ojos se confundieron con el agua. De las órbitas le salían olas, barcos, peces... Hasta una sirena, que se quedó eternamente colgada de sus pupilas. Era su amor, pero él estaba demasiado ocupado mirando al mar.

 

Hoja

¿Por qué si absorbía vida, no se quedó en tierra húmeda? el viento la levantó cuando más cómoda estaba. Había caído del árbol. Ya a punto de secarse volvió a impregnarse de verde, absorbía un poco de agua, y pensaba (si, las hojas piensan): “Aún puedo nutrirme, y seguir…” “Aquí me quedo”. ¡Ay… pero, cuál fue su sorpresa! (las hojas no deciden), el viento sopló… llegó a un lugar árido. Tan sólo miraba espinas, la tierra era distinta, se moría de sed. Sin nada más que hacer, la pobre se secó.

 

Procacidad

Ya no tenía nada que la cubriera, sus ojos estaban entrecerrados. Las manos muy  rudas, le abrieron los brazos y la colocaron de espalda sobre un madero macizo, que seguramente había sido cortado por quien que podría ser fuerte y dulce a la vez. Con la brusquedad del movimiento, su cabeza se volteo a la izquierda, como si estuviera apenada, las experimentadas manos le recorrieron el cuerpo y se detuvieron en sus muslos, los palparon golosos y con fuerza los abrieron hacia los costados, ella sintió como se rasgaba su carne, luego, un grueso dedo se introdujo en su ano, y hurgándola inmisericorde le preguntó a alguien.
¿Qué le vendo señora, pata y muslo, o pechuga?

 

Diferente

En el penúltimo capítulo de la novela el personaje se le escapa a través del túnel abierto por unos puntos suspensivos... Se da cuenta, reacciona. Pone cerco a la huida limitando sus movimientos entre signos de admiración. ¡Forcejean! ¡Momentos de angustia! Finalmente, en un último intento desesperado, logra atraparlo y lo recluye abriendo y cerrando paréntesis. Pero sabe que el libro ya nunca será lo mismo; se ha roto el cordón umbilical (demasiados laberintos revelados para quien ya saboreó un instante de libertad).

 

Irremediablemente

Primero fue una omisión. Cuando el implicado la supo, sintió tanta rabia que inventó una mentira. La calumnia viajó de boca en boca abriendo hilos de dudas en los demás, hilos que hirieron a todos y los incorporó en el calor de la injuria. En muy poco tiempo, las miradas recelosas dieron paso a agresiones verbales de mayor o menor intensidad. Cuando llegaron a los golpes, ya no hubo remedio, sus personalidades salieron huyendo y sus cuerpos, tras ellas.

 

Aborto

Primer hubo mucha alegría y luego el espanto sacudió el gallinero ¿Cómo era posible que algo así sucediera? ¿Dónde quedo su instinto maternal, o qué la había llevado a cometer semejante desfachatez? Pero ella muy angustiada y a media voz, solo lograba explicar que sentía mucho dolor y que había sido accidental.
- Finalmente no pude evitarlo, el huevo cayó y se rompió.

 

Final

Y fue en ese preciso instante, cuando él tímidamente tomó sus manos, la miró a los ojos y por fin salio de su boca el tan anhelado “te quiero”, que ella comprendió que amaba la incertidumbre, el desasosiego y la indiferencia que él mostró hacia ella por tanto tiempo. Sí, fue en ese instante, en ese segundo que él la aceptó como amante, amiga y compañera, que ella dejó de amarlo.

 

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