El enemigo es uno solo

LOS RADICALES SE OLVIDARON, LOS KIRCHNERISTAS LO APRENDIERON

Así como “La Cámpora” muestra hoy la avanzada de los jóvenes intelectuales en el proyecto del FV, hace años, los radicales de la Coordinadora fueron capaces de generar intensos debates y hacer públicos documentos fundacionales en la política argentina. Hoy, siguiendo el ejemplo de Jauretche, los radicales se olvidaron de las luchas y de lo que era el fundamento de la militancia: Construir un gran movimiento popular junto al pueblo, para defenderse del antipueblo. Eso fue, es y será la gran Contradicción Fundamental: El pueblo de un lado y el antipueblo del otro. Son posiciones irreconciliables. Una síntesis del documento.

 

LA CONTRADICCIÓN FUNDAMENTAL JUNTA COORDINADORA NACIONAL FRENTE AMPLIO DE JÓVENES RADICALES SANTA FE, 1973 – ACTUALIZACIÓN 1983.  Lo publicado es una síntesis del documento original

 

La contradicción fundamental en la Argentina actual. Luego de analizar objetivamente la historia Argentina, el funcionamiento de nuestra economía, de nuestra política y de nuestra cultura, los jóvenes radicales hemos coincidido en que la contradicción fundamental en nuestro país es de carácter nacional es decir que, lejos de parcializar la zona de conflicto, este se extiende a todos los ámbitos de la vida nacional, o sea que nuestro problema principal no tiene como determinante el conflicto por la distribución del ingreso entre trabajadores y empresarios, ni pasa por enfrentamientos raciales o religiosos, ni por la lucha entre un partido político con otro en los procesos electorales. La contradicción fundamental que sufre la Argentina es la que enfrenta a toda la Nación con los intereses de todo orden que quieren destruirla. Los protagonistas de esta contradicción son: el Pueblo Argentino por un lado y el complejo antinacional oligárquico-monopólico-imperialista por el otro. (...) Son dos campos sociales, dos polos económicos, políticos e históricamente irreconciliables, a los que también denominamos Pueblo y antipueblo. Son irreconciliables porque sus intereses son correlativamente divergentes, es decir que el beneficio de uno lleva implícito el daño a los intereses del otro y la evolución del proceso social y económico conduce inexorablemente a una acentuación de esta contradicción fundamental que se hace cada vez mas tensa y solo se resolverá con la Destrucción Integral de uno de sus polos y el Triunfo del otro. (...) Si bien tanto el campo popular como el antipueblo canalizan sus diversas formas de acción política por medio de sus expresiones partidarias, debemos comprender con claridad que no existe un partido o movimiento que represente a la totalidad del pueblo, ni movimiento, partido o expresión de cualquier tipo que represente la totalidad del antipueblo (...) Esto nos indica que no se debe esquematizar el análisis hasta concebir a la sociedad argentina en un maniqueísmo sin matices. Todo lo contrario, la sociedad tiene una riqueza dialéctica en expresiones parciales de la clase, en contradicciones secundarias, en circunstancias políticas supraestructurales y en innumerable motivaciones de orden cultural, moral, efectivo, ideológico, religioso y político que a veces desfiguran la clara visualización de la Contradicción Fundamental en una confusión que asiduamente es empujada por el antipueblo a través de los medios de comunicación masivos, domina, creando imágenes falsas, dando noticias distorsionadas o falseadas, etc.; a fin de fracturar el campo del pueblo enfrentando a las clases sociales objetivamente aliadas (por ejemplo, trabajadores y clases medias) parar trasladar el eje de discusión política ficticiamente de la verdadera opción Pueblo-antipueblo, a falsas opciones sobre las que perdura su dominación. (...) Detectar con claridad a los enemigos nos maca el límite de nuestras alianzas y la diferenciación de nuestras luchas. Con el enemigo hay que luchar, con los aliados hay que concertar. No podemos concertar con la peste financiera, con la corrupción, con la violación de los derechos humanos, con el poder antidemocrático e ilegítimo, con el seguidísimo internacional. Con todo esto tenemos que terminar. (...) En la actualidad la contradicción principal tiene características nacionales. Una vez afianzada de la Nación y derrotados definitivamente sus enemigos, la contradicción principal tendrá otras características, otros problemas, otros actores, otra dinámica. Entonces definiremos la realidad nuevamente, detectaremos cuál será la contradicción, analizaremos los sectores sociales que lo motorizan y propondremos su solución.

 

 

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