Con la guitarra, con vino y con la bebota

LA PAYADA DE LA SEMANA

 

El payador, lo parió

anduvo en mil festejos

unos cerca, otros lejos

más a todos concurrió.

En alguno se mamó

y pelando la guitarra

al toque animó la farra

con canciones transgresoras...

Y después de varias horas

se empedó toda la barra.

 

Me perdonaran si a veces
comienzo a ponerme serio
pero tengo en mi criterio
el no andarme con dobleces
como pasto que se mece
haciendo al trébol cosquilla
me divierto a maravilla
con la décima campera
no toco cantos de afuera
para alegrarme en la Villa.

De mentiras supe tanto
que hasta disprecio al cantor
que nunca entrega la flor
nacida en el mismo canto
guitarreros conocí cuantos
triunfadores de mil farras
y sus manos eran garras
destrozando melodías
vi entendidos que aplaudían
al ver sufrir la guitarra.

Paisanos que están aquí
cantarles es mi destino
soy un cantor peregrino
que da lo mejor de sí
y como nunca mentí
brindo respeto al fogón
y ya que es buena ocasión

Para contar lo que fuimos
no le daré buenos trinos
pero si mi corazón.

 

Despacito y por la orilla,
como sulky sin patente,
porque el verso de repente
me brota como gramilla,
me resulta tan sencilla
la décima improvisada,
que a mateando y de pasada
la escribo sin gran trabajo,
el naipe siempre abarajo
 por que tallo en  la payada.

 

Yo sé que muchos dirán
que peco de atrevimiento
si largo mi pensamiento
p'al rumbo que ya elegí
pero siempre he sido así,
galopeador contra el viento

Todavía no escarmiento

Y seguiré elucubrando

Aunque me sigan puteando

Los grandotes que caliento.

 

Pude decir que la quiero
de mil modos diferentes.
Con cien palabras ardientes
o con silencios de acero.
Pero en este día prefiero
desnudar mi sentimiento:
Para todo hay un momento
y todo momento pasa.
Que si he jugado mi baza
lo que diga es puro cuento. 

 

Más el finde disfrutó

a pesar de la derrota,

lo visitó la “bebota”

y su rancho engalanó.

es verdad  que adelgazó,

por el trajín y el ayuno,

ya que por cierto, ninguno

quiso salir de la pieza...

¡Que bonita es la belleza!

sobre todo, sí es de uno.

 

 
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