Porque la vida continúa
POEMAS SIN DUEÑA
Falta poco
Ya está por llegar el día esperado
¿Qué me traerá?
¿Tus besos?
¿Tus caricias?
¿Tus detalles mágicos?
¿Tus anhelos tiernos?
¿Tu amor sin medidas?
¿Tus deseos por mí?
¿El que seas vos misma?
¿El saberte mía?
¿El dejarte amar...?
¿Tus sonrisas?
¿Tus detalles bellos?
¿Toda tu ternura?
¿Tu expresividad?
¿Tu ser explosivo?
¿Tus ganas de Amar...?
Hoy quiero tenerte
Que seas el susurro perfecto
Que mi oído escuche
Entre pájaros, flores y besos
¡Que seas mi despertar...!
Silencio
A veces te quiero tanto
que te llamo sin hablarte
con ese silencio impenetrable,
el más jodido
de los silencios.
A veces tú no me quieres tanto
que me llamas impaciente
con aquel grito terrible,
el más fuerte de los silencios.
Y todas las paradojas
del mundo respetan la nuestra.
Y los dos seguimos
guardando silencio.
Y tú y yo que nos queremos tanto.
Desayuno
Me gustás cuando decís las cosas que decís,
cuando me escribís un mensajito,
cuando te veo,
o cuando espero una señal de tu existencia,
y cuando me despierto con sueño a la mañana por tu culpa,
también me gusta.
Me gustás más cuando es mi cumpleaños
y nos encontramos aunque no comamos torta,
o cuando sos feliz
y se te nota,
o cuando sos genial
con una frase que lo resume todo,
o cuando reís,
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me tirás un beso y lo recibo.
Pero aún me gustás más,
tanto que casi no puedo resistir
lo que me gustás,
cuando, llena de vida, te despertás
y lo primero que hacés es decirme:
“Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar con vos el desayuno “
Mirada
Sombra que en mis noches
no quiere desprenderse de la luna
Y la luna...
me mira y me mira fijamente
Cuando miras así
la sombra se desprende
y te veo desnuda.
Búsqueda
Hoy busqué en la memoria.
Y fue el único hallazgo
la nostalgia sencilla
de aquella tarde, lejos,
en la orilla del tiempo.
Donde la lluvia tibia
esfumaba el paisaje,
y ondulaba en tu río
la caricia del viento.
Resabio
Nadie me quitará
a no ser vos,
este paseo contigo que me dio la suerte;
yo lo hubiera querido eterno.
Nadie me arrebatará
a no ser vos o yo a mí mismo
haberte visto sonreír y bromear;
tus palabras para mí.
Nadie me arrebatará
a no ser vos o yo a mí mismo
la dulzura de tus gestos y de tu mirada;
yo, el protagonista al que escuchabas.
Sé que todo quedará, al menos, en mí.
Gesell
Yo te camino
cómplice y amiga,
tan mía,
tan brutal,
y tan querida.
Divagando en tus bares,
en tus calles,
Avenidas, Paseos y Alamedas,
persiguiendo su nombre
en tus esquinas.
Intentando encontrarme
con su rostro.
Leyéndote en el bosque
Auscultando tu noche.
Respirando el hechizo de tu aire marino
Y preguntando
sin respuesta alguna...
¿Como se hace sin ella Villa Gesell?
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