La contratapa del Director

LOS BUENOS AL PODER

"El peor analfabeto, es el analfabeto político.
Él no escucha, no habla, no participa de los acontecimientos políticos.
Él no sabe que el costo de la vida, el precio de los porotos, del pescado, de la harina, del arriendo, del zapato y del remedio dependen de las decisiones políticas.
El analfabeto político es un burro que se enorgullece e infla el pecho diciendo que odia la política.
No sabe el IMBÉCIL que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, el asaltante y el peor de todos los bandidos que es el político sinvergüenza, deshonesto, corrupto y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales."
Bertold Brecht


Cuantas veces se ha escuchado y dicho por parte de muchas personas, en los distintos ámbitos sociales, económicos, políticos, que "Los Honestos No Llegan" (a la función pública y exitosamente).
Claro que no llegan cuando una parte importante o la mayoría de las personas abiertamente opinan y actúan así. En esto hay que diferenciar aquellas personas que habiendo visto mucho a lo largo de su vida, concluyen en su razonamiento "que los buenos nunca llegaron, no llegan" y por consecuencia no llegarán.

Dentro de estas personas están las que desean y necesitan ver que Algunos Buenos Lleguen, porque su escepticismo ocurre a la luz de las experiencias personales vividas y de lo que vieron en la vida política y pública a lo largo de su vida. Estas personas son escépticas, pero en el fondo tienen algo de optimismo. Siguen creyendo, aunque muy poco.
Otro grupo lo forman quienes creen que la maldad, la maledicencia, la mala intención, finalmente se imponen a la generosidad y buenas intenciones. Y para ellos por eso los Buenos Nunca Llegaron, Llegan, Ni Llegarán. Son escépticos convencidos, pesimistas, e ideológicamente reaccionarios. Creen que solo el poder, las influencias, y la fuerza dirimen las cuestiones y por eso justifican la violencia Buena contra la Mala, aunque fuera desproporcionada, artera, y alevosa.
No creen en la democracia, en la voluntad de la gente, y se aferran a las instituciones formales y tradicionales y a todo aquello que tenga uniforme, armas, y poder. Son ideológicamente la derecha. Y claro, se escudan en su “trayectoria como periodistas independientes” cuando leerlos ahora u oírlos, nos hace vomitar. Pone su mejor rostro de boludos/boludas y dicen barbaridades sin que se les mueva un pelo. Dicen que el Gobierno Nacional es una infectadura, que es nazi-fascista, que no hay libertad y que tiene miedo de que los maten: Una aclaración inicial: Sí no hubiera libertad de prensa, no podrían decir las  barbaridades que dicen.

Mataron a mucha gente acá. Tiraron cadáveres al mar. Picanearon, violaron, se apropiaron de bebés nacidos en cautiverio, llenaron el país de campos de concentración, torturaron padres delante de los hijos. Hicieron desaparecer a más de  cien periodistas acá. Y los ahora “agraviados” periodistas no dijeron nada. O sí, hablaban y escribían apoyando a los asesinos. Todo eso pasó en nuestro país. ¿Y ahora, los malos, viene a decirnos a  los buenos por que aparecieron afiches donde se los cuestiona y se hace un juicio ético, viene a decirnos que estamos en dictadura? Yo soy periodista. Pero no intocable. Puedo en libertad absoluta, decir lo que quiera. Pero soy responsable por lo que diga o escriba. No soy impune. Y estos periodistas quieren serlo.  ¿Pero qué carajo les pasa? ¿Dónde están viviendo? ¿Que mierda que quieren meter a los buenos que nunca quieren que lleguen?

Lo que no dicen en sus afirmaciones, es que cuando una sociedad tiene preeminencia de personas con influencia, poder, y buena situación social, sosteniendo convencida que "Los Buenos No Llegan", los malos y ellos seguirán ejerciendo el poder. El problema no es de los Buenos en cuanto a desadaptados a la sociedad, o ingenuos en un mundo hostil. El problema es que, para que los Buenos Lleguen, la mayoría de las personas deben apoyarlos; y rechazar a los escépticos e interesados que sostienen que Los Buenos Nunca Llegan. Por eso, los alcahuetes del los monopolios informativos, quieren que la sociedad no crea en Los Buenos con Buenas Intenciones. El los que, por ejemplo, quieren una Ley de Medios Audiovisuales que democratiza la información.
Porque no es casualidad, antes bien hay una relación directa, que los lugares que los Buenos no ocupan, porque No Llegan, los tienen los Escépticos y Mal Intencionados, que por la fuerza de las armas (antes) y la influencia solapada, la intriga y las componendas, y el poder de los medios de difusión monopólicos,  quieren seguir ocupando esos lugares y quieren romper el proceso de cambio que se está dando hoy.  
Por supuesto que para los intereses del conjunto, de la sociedad, estos personajes son negativos, pero ellos han logrado lo que querían: estar, y sin mayores inconvenientes, consolidando situaciones económicas, sociales, y políticas, que en situaciones de transparencia, nunca hubieran logrado.
Cada uno y la sociedad, deben preocuparse para que los Buenos Lleguen. Es su obligación. La culpa no debe ser endilgada al meritorio, inteligente, sensible, que es perjudicado.
Decir que la política es sucia y que por eso los Buenos Nunca Llegan, es negarse a hacer algo por cambiarla, o apoyar a quienes sí lo hacen.
Por eso quienes dicen que los Buenos Nunca llegan, y son Buenos, se perjudican ellos mismos. Allí parte el problema. Por esa gente, escéptica, que no cree en ideales y realizaciones altas, se justifican personalmente y tratan de acomodarse a lo "que está". No creen en el progreso y el cambio. Le temen y por ello lo desalientan. Pero esta vez, finalmente ha llegado la hora de los buenos. Los buenos llegaron al gobierno. Y allí están. Ahora hay que ayudarlos.
Habrá que cavar trincheras realmente democráticas, salir luego a tomar la colina y desde allí comenzar la verdadera transformación, trabajando codo a codo para consolidar la marcha de un Movimiento Nacional, Popular, Democrático; Feminista, Racional y Transformador, que le permita a los buenos llegar al poder de una vez por todas.

 

ATRÁS   ADELANTE