• Porque la vida continúa

    POEMAS SIN DUEÑA

     

    Miradas

    Aquél día
    Que nos vimos
    En los ojos.
    Nuestras mentes
    Conectaron para siempre
    Ahora bajamos la vista diciendo:
    No es verdad

     

    Luminosidad

    Con pasar mi mano
    Por todo tu cuerpo.
    Sólo con eso.
    Desprenderé luz
    Cómo una estrella.

     

    Comunicación

    Es magia
    O que es.
    Qué
    Por nuestras cabezas,
    Pase la misma
    Onda.

     

    Certeza

    Sé que va a suceder
    Pronto
    Nuestros cuerpos
    se fusionarán.
     

    Apocalipsis

    Te amaré
    Hasta la aniquilación.
    Serás mía
    Hasta que la última
    Montaña
    Sea arena.

     

    Dale

    Tienes que ser tú
    La que dé el primer paso.
    Yo esperaré a que seas tú.
    Te juro que esperaré.
    Y  si no lo das
    Tendré que darlo yo.

     

    Despesperación

    Ya no puedo más
    Me estoy muriendo
    De ganas
    De contar uno por uno,

    Tus cabellos

     

    ¡Mierda!

    Yo te diría:
    Dale, vamos
    Pero tengo  tanto miedo
    De que me digas  que No
    Como     que me digas que Sí.

     

    Eso

    Yo no te hablo
    Para que me escuches,
    Ni para que sientas
    El poder de mi mente.
    Lo que yo quiero
    Es que me desees...
    Y tú lo sabes.

     

    Regalos

    Te regalo

    una sonrisa,

    una nube,

    el cielo y la brisa marina golpeando en tu rostro

    una tarde cualquiera del casi el verano.

    Te regalo mis sueños,

    mi locura.

    Te doy mis manos y mi ternura.

    Te regalo mi nombre,

    mi cordura mis horas mas felices,

    mis travesuras.

    Te regalo mil regalos

    y uno solo.

    Te doy mi paz y mi dulzura.

    Te regalo el silencio,

    noche oscura noche clara,

    por demás profunda.

    Te regalo mis poesías,

    mil palabras.

    Te regalo la lluvia, sus gotas, el rocío.

    Te doy mil canciones y una de cuna,

    para que al fundirte en sueños,

    sueñes la luna y amanezcas en mi cama,

    fresca, plena, franca,

    sin dudas.

     

    San Valentín

    Hoy, día de San Valentín, he salido con alguien.
    No me ha sido fácil cazarlo
    pues gasta la vida pensando en política,
    cerrado a todos,
    y en querer estar en su país,
    siempre que no pueda irse:
    es que el pobre es muy pobre,
    y aún así ha llenado mis expectativas.
    Lo quiero mucho,
    sabe lo que yo quiero,
    hace lo que yo quiero
    y es como yo quiero.
    Pero, a veces, lo detesto,  lo odio,
    lo quiero colgar del techo con su correa,
    o hacerle 2 rayas en las muñecas
    con un objeto filoso
    para que muera desangrado,
    o decirle que está solo,
    sólo solo,
    muy solo,
    y, sin duda, sucumbiría.
    En el fondo sabe cómo soy.
    Hoy no le he regalado nada, no lo aceptaría:
    ni un helado,
    ni ir al teatro:
    únicamente he andado con él.
    He disfrutado como le gusta,
    viendo las mujeres que le gustan
    —esas de pelo muy negro o de pelo muy rubio o muy pelirrojas—
    y admirado esa playa que visita
    todos los días del año.
    He compartido como pocas veces.
    Mas, no ha sido fácil atraparlo, como les dije,
    porque el verdadero Yo
    siempre anda en otros asuntos ajenos a Uno.
    Hoy ha sido un placer conocerme,
    andar conmigo.

     

    Carta

    Un trozo de papel

    a la derecha
    una ciudad
    una fecha

    luego un nombre
    al margen de la izquierda

    más abajo palabras
    la grafía  
    cada vez más nerviosa
    y más compleja

    al llegar a la firma
    suspensivos

    no hay saludo
    posdata

    ni respuesta...

     

    Pasado

    Me arrimo a ti
    en una calle estrecha
    y dejo pasar la sombra
    que nos viene siguiendo.

     

    Llamado

    Ven esta noche,
    ven todas las noches,
    ven con los pies descalzos,
    con tu alma desnuda,
    con la sed encendida.
     

    Entrega
    Bébete mi sangre, impetuosa y rica,
    que tus venas se ensanchen,
    toma de mi lo que quieras,
    no dejes nada,
    déjame vacío,
    sácame la vida, mátame despacio

    Mécete en mi hamaca, cómeme a zarpazos,
    entrégame tu rabia,
    deja el mundo en mi cama.
    que cuando tu cuerpo explote, y tu boca calle en un grito ausente,
    allí estaré yo, para abrazar tus restos, y cuidar tus sueños.

  • ATRÁS   ADELANTE