• Trasladarían el Bingo de Villa Gesell

    NI MUCHO NI TAN POCO
    En distintos medios nacionales  se menciona insistentemente la posibilidad del traslado del bingo que funciona en la ciudad al Municipio de Ezeiza, cuyo titular, en uso de licencia es el ministro de Seguridad Alejandro Granados. Por el momento es tan solo una versión periodística, pero… Es probable que esto finalmente suceda.

    La prohibición de abrir nuevas salas de bingos en la provincia de Buenos Aires convirtió el traslado de estos salones ya existentes en una pelea constante entre intendentes, funcionarios bonaerenses y empresarios. Un mes atrás, el gobernador Daniel Scioli, a través de su jefe de Gabinete, Alberto Pérez, decidió retomar la discusión que Granados había planteado tiempo atrás sin éxito: la posibilidad de que el bingo de Villa Gesell sea trasladado a Ezeiza. El ahora ministro de Seguridad ya eligió el espacio para el funcionamiento de esta sala, que estaría en el subsuelo de Las Toscas Canning Shopping. Este paseo de compras, ubicado a sólo diez minutos del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, terminó de construirlo en 2008 el empresario amigo de Granados, Walter Pérez, ya previendo que allí podría funcionar un bingo.

    El bingo geselino que funcionaría en Ezeiza es uno de los que el empresario, Aurelio Sierra, le traspasó a Federico de Achával, socio de Cristóbal López en el negocio del juego. Una vez en movimiento en este distrito del Conurbano, se estima que el bingo podría generar entre 400 y 500 millones de pesos al año, y el municipio obtendría el 6% de su recaudación.

    La salida del Bingo de Gesell traerá algunos problemas el Municipio.  Uno de ellos es la recaudación que dejaría de percibir el municipio, la pérdida de una importante fuente trabajo para decenas de  geselinos y  sin mensurarlo hoy con estadísticas concretas, el impacto que puede tener entre los turistas. Nadie viene a Gesell por el Bingo, es cierto, pero muchos se irán de Gesell a dónde funcionen este tipo de establecimientos, al menos algunas  noches de su estadía  en el Distrito.

    Según publicó en semanario El Nuevo Geselino, dirigido por Juan Martín Fernández, la autora de la nota publicada en Perfil en la que se menciona concretamente la posibilidad del traspaso de Distrito del Bingo, Rosario Ayerdi, aseguró que “sus fuentes le aseguraron que “el traslado es un hecho, que el mismo se haría efectivo después de las elecciones y que en las próximas semanas serían notificados los empleados”.

    ¿Qué pude hacer el Municipio para evitar esto? Evidentemente muy poco. El poder de Granados en el gobierno provincial es hoy superior al de Rodríguez Erneta. Su relación con los popes del juego está fortalecida.  O sea: Sí quieren que el Bingo sea trasladado, será trasladado.

     

    Legislación

    La sanción de la ley 11.018, permitió la explotación e instalación de salas de bingos en 32 distritos bonaerenses. Hoy, existen 46 salas explotadas por entidades de bien público o de terceros que son contratados para cumplir esa función.

    LOTERÍA DE LA PROVINCIA, como órgano de contralor en las distintas etapas del juego, autorizó la incorporación de actividades complementarias como los mini-ordenadores y las máquinas electrónicas de juego. Cada sala de Bingo podrá tener cinco máquinas como mínimo y quince como máximo; y se podrán jugar por partida un mínimo de tres cartones sin límite máximo.

    En cuanto a las máquinas electrónicas de juegos, de carretes o rodillos, juegos de puestos múltiples y de videos funcionan mediante fichas, tarjetas magnéticas, cospeles o chips. Los premios son abonados en forma instantánea.

    No se pueden abrir nuevas salas… Por lo tanto, Distrito que quiera una, debe ser en desmedro de otro…

     

    La otra cara del juego

    Si bien el Bingo puede ser de importancia para muchos turistas que buscan salas de juego durante la temporada para darle a sus vacaciones un valor agregado, que quizás en sus Distritos no puedan logar, su funcionamiento durante el invierno es perjudicial para muchas economías familiares. Una buena cantidad de geselinos dejan buena parte de sus magros ingreso invernales en la sala de la Avenida 3. Muchas crisis que terminan desintegrando hogares tienen que ver con la adicción al juego y las escasas probabilidades matemáticas de ganar que brindan a los apostadores las maquinitas. Quienes saben bastante de estas cuestiones más ligadas a la tecnología que al azar dicen que cuando más se juega, inevitablemente, más se pierde.

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