La columna de Jorge Fava.

ARGENTINA Y SU RECURRENTE REGRESO A LOS INFIERNOS

El querido y recordado Néstor Kirchner constantemente en sus discursos, luego de acceder al gobierno en plena crisis de principios de siglo, solía referirse a la situación  tremenda que vivía el país como una situación “infernal" de la que debíamos salir para alcanzar el crecimiento y el desarrollo tan anhelados.

Su promesa era "sacarnos del infierno" para alcanzar primero el purgatorio pero en camino hacia un cielo aún lejano en aquellos tiempos. Decía a sus allegados, entre los que estaban Cristina y Alberto Fernández, que se necesitarían al menos veinte años de gobiernos del mismo signo para catapultar la economía y salir de los ciclos recurrentes de endeudamientos, estancamientos y retrocesos sociales a los que nos tenía acostumbrados la historia.

Lo cierto es que el derrotero, aún con inmensas dificultades como lo fue la negociación de la deuda brutal "heredada" del menemismo y la primera alianza, después de un default

nunca  declarado formalmente, fue recorriéndose con voluntad y mucho sacrificio hasta lograr niveles razonables, que permitieron vislumbrar que el sueño de aquél flaco santacruceño podría transformarse en realidad.

Cierto es que la situación político-económica  internacional era otra. Estados Unidos concentraba su atención en Afganistán luego del atentado de las Torres Gemelas y después

en Irak, olvidándose de su obsesión por Latinoamérica, al menos por una década.

Fue el momento del despegue de los movimientos nacionales y populares, que llegando al gobierno de los distintos países de la Región, parecieron dar forma definitiva al sueño de los patriotas de La Patria Grande.

Llegado el fatídico 2015, comprendimos que luego que los astutos movimientos del imperio, merced a la política exterior del gobierno de Barak Obama logrando restablecer relaciones con la República de Cuba gracias a la mediación del Papa Francisco y eliminando así el principal obstáculo en su relación con los países al sur del Rio Bravo, no eran otra cosa que la puesta en marcha de una nueva estrategia del Departamento de Estado, para hacer pie en lo que siempre consideró como su patio trasero. El objetivo de la derecha norteamericana, más allá del partido que le tocara gobernar, era hacer foco en las recomendaciones del Pentágono sobre la necesidad de preservar para ellos, los recursos naturales renovables y no renovables de la región, pero tan necesarios para la subsistencia y desarrollo de cada uno de nuestros países, que dada su integración hacían de la defensa de los mismos la razón de de ser de su existencia, valiéndose de instrumentos como el MERCOSUR,UNASUR y CELAC entre los mas importantes. Se había dejado en segundo plano a la OEA a la que consideraba funcional a la dominación norteamericana, y su incidencia en nuestros asuntos había mermado notablemente.

Fue así que en Washington leyeron como urgente recuperar la iniciativa para evitar que el desembarco de China, su principal competidora en los mercados y considerada ya segunda potencia mundial, tuviera una envergadura tal que se hiciera imposible su desalojo de lo que el imperio entiende que es su “propio territorio".

Así se puso en marcha el LAWFARE como substitución a los golpes militares, no descartados totalmente. Sobre todo luego de constatar lo que sucedió en el Estado Plurinacional de Bolivia, estamos seguros que de considerarlo necesario recurrirán a los mismos, si no pueden salirse con la suya.

La inestimable colaboración de medios de comunicación poderosos y jueces adiestrados en sus propios gabinetes ideológicos, no eran suficientes si no contaban con los recursos económicos de banqueros y “financistas depredadores” que aportaran lo necesario para fabricar partidos y candidatos afines que fueran las cabezas visibles a la oposición de todos los gobiernos hostiles a sus pretensiones. Así sin pausa fueron tejiendo toda la telaraña de complicidades para lograr el cometido, que con el advenimiento de un presidente sin escrúpulos como lo es Donald Trump, se les facilitó la tarea para crear “enemigos” a los que "pintaron de negro" para estigmatizarlos, como es el caso de Venezuela y presentarlo como el nuevo cuco, al que el "amo imperial” exige combatir, si se quiere ser agraciado con sus favores.

La figura de Macri en alianza con la UCR, con su historial de partido democrático, sirvió a los planes que tenían reservados para nuestro país. Los recursos de los fondos buitre fueron puestos a disposición de una campaña mentiroso para lograr que llegara al gobierno un inescrupuloso que les prometía que les iba a pagar una deuda totalmente ilegítima y que harían grandes negocios a costa del pueblo argentino.

Hoy podemos constatar que ésa fue la única promesa que cumplió el descendiente de 'ngranghetistas y oligarcas vacunos de la pampa húmeda. Los buitre fueron retribuidos en lo que pretendían y los bandidos internacionales hicieron todo tipo de negocios saqueando al país.

La Argentina tiene una pulsión, de la mano de sus clases dominantes, de retroceder siempre varios casilleros en el juego de la historia. Es como si los dados siempre cayeran en el mismo lugar y que cuando pensamos que podremos alcanzar la meta buscada, nos vemos obligados a volver atrás.

Hoy mas que nunca comprobamos que los dados están cargados. No es el azar el que nos frustra, sino que son los traidores de siempre que colgados de los que untan sus manos con billetes verdes ahora y antes lo hacían con libras esterlinas, los responsables de arruinar los sueños de libertad.

Ahí tenemos que buscar los motivos por los que nos vemos obligados a pasear cada tantos años, algunos dicen que cada diez, por los distintos círculos del infierno. Casi siempre

es el séptimo, que según Dante en la Divina Comedia, está reservado para los traidores.

Es como un goce por el sufrimiento. Los sectores medios son los más proclives a caer en la trampa que le tienden una y otra vez. Según algunos es por sus ansias de pertenecer a una clase alta que los seduce con sus promesas, que muchas veces no entiende, pero que por no contradecirla accede a acompañarla al matadero donde entra

arrastrando a todo el pobrerío que nuevamente es empujado a un exterminio social, que le veda el acceso a un pasar más digno.

En esta oportunidad no hubo necesidad de golpe militar ni cataclismo económico. Se puso en marcha todo una andanada de mentiras y acusaciones de corrupción motorizadas por los medios de comunicación hegemónicos, que fueron horadando la inteligencia de muchos compatriotas, que alimentados por un odio irracional que partían de las usinas de las corporaciones, eran visibilizadas por dirigentes políticos inescrupulosos a través de redes sociales, diarios y programas de radio-televisivos.

Se persiguió y encarceló a dirigentes del kirchnerismo. Arremetieron con furia contra dirigentes sociales y se produjeron muertes lamentables como los asesinatos por parte de las fuerzas de seguridad de Santiago Maldonado, Rafael Nahuel y Facundo Ferreyra entre otros. Todo bajo la apariencia formal de vivir en democracia y con vigencia plena de un estado de derecho que no es tal.

Así pasamos cuatro años resistiendo a cada una de las resoluciones de un régimen que fue empobreciendo a los trabajadores y jubilados; condenando al hambre a muchos desocupados y trabajadores informales; destruyendo a pymes y pequeños productores rurales, pero al mismo tiempo enriqueciendo a una banda de CEOS que se encaramaron en el gobierno tras ganar las elecciones de 2015,utilizando la estructura mercantilizada del partido que fundara Yrigoyen para enfrentar a los antepasados de los que hoy lo prostituyeron hasta extinguirlo como agrupación política democrática.

Hoy el FMI es el encargado de darle la razón al movimiento nacional, que como una ráfaga de aire fresco barrió de la administración del Estado a los que generaron la mayor  deuda externa de la historia, reconociendo que la misma es insostenible e imposible de pagar.

Hoy el desafío pasa por resolver este problema crucial, pero no único. Es indispensable que de una vez por todas se investiguen los hechos; quienes fueron los responsables del saqueo, como así de las persecuciones, para que todos sean juzgados y condenados, como ocurrió con los genocidas en su momento.

Es necesario hacerlo, de lo contrario tendremos asegurado otro viaje mucho más duro y penoso, por alguno de los círculos del infierno, pero con el peligro latente de quedarnos allí para siempre.

 
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