Todo cabe en un orgasmo y en 140 caracteres sabiéndolo acomodar
CUENTITOS PARA EL TWITTER

 

Una reducidísima creación de Eduardo Minervino

 

Transmutación

Dormido en mi vida desperté en la tuya.

 

Suerte

Se aseguró de que su billete de lotería tenía el primer premio y entonces lo rompió. Comprobó que su pobreza no era fruto de la mala suerte.

 

Jodida

Al enésimo intento la zorra trepó a la parra y llegó a  las  uvas, consciente de nuestra expectativa, permaneció altiva y no las comió

 

Conjugación

La maté, me mató, nos matamos. Luego aprendimos a conjugar correctamente los verbos, pero ya era demasiado tarde.

 

Volver

Fuiste mi primer amor. Y el último. En el medio, tuve un romance con vos, pero nada serio. Ahora que nos separamos, volveré para olvidarte.

 

Acabar

Tenía su cuerpo abrazado, recorría sus formas y al límite de sus fuerzas, intentaba prolongar el placer, retrasando el final del cuento.

 

Utopía

Había una vez, hace muchos, pero mucho años un sueño que no terminará nunca: amar.

 

Atrasado

Llegaba tarde a todos lados. Cuando murió se presentó a funeral cuando éste había terminado. Desenterraron el féretro para meterlo a él.

 

Dinero

Si hubiera tenido una pistola me habría pegado un tiro, pero solo tenía un par de botellas de champagne. Y me olvidé por que quería matarme

 

Sinceridad

¡Todo lo que soy —gritó la modelo  mientras agradecía los aplausos— se lo debo a mi vello público!

 

Marqués

Su mano izquierda trabajaba afanosa, y la derecha escribía lujuriosamente. El Marqués deforme, garabateaba entre plácidos orgasmos De Sade.

 

Metamorfosis

Las gotas de cera corrían por la superficie de las velas. Imaginaba  que eran lágrimas de santos. Al regresar la luz, volvió a ser atea.

 

Victoria

La puerta se abrió, y su fantasma me buscó, como siempre.
Como no me encontró, se sentó a llorar.
Guarde silencio, era mí primera victoria.

 

Ambivalencia

Un buen día me di cuenta que tanto como ángel como demonio, no sirvo para nada; desde esa ocasión preferí ser un simple humano.

 

Injusticia

Jaque mate al rey, dijo orgulloso en espera de reconocimiento. Sin embargo, el jurado lo acusó de magnicidio.

 

Dieta

Aquel vegetariano sufrió la peor digestión de su vida cuando supo que la planta que acababa de comer era carnívora.

 

Princesas

Cenicienta fue a una fiesta. No conoció al Príncipe, por que Germán Delgado, le ofreció champagne en el zapato y luego le hizo el amor.

 

Otredad

No soportaba la idea de odiar al otro. Tomó el arma y disparó. Es una pena que no haya podido asistir a su propio entierro.

 

Descubrimiento

El ciego de nacimiento abrió los ojos y descubrió la verdad: los anteojos de sol que había llevado hasta entonces no eran de marca.

 

Deseos

Le gritó al genio de la lámpara que acababa de frotar:
¡Basta! ¡Desaparece para siempre!
Ella sola para podía satisfacer sus deseos.

 

Babel

Sabio en silencios, hablaba una sola lengua pero sabía callar en todas.

 

Empezó

La luz se apagó y se hizo el silencio. Los  personajes, las palabras, las miradas que imaginaba, respiraban, latían y sentían.
Era el Teatro

 

Sentimiento

Y cuando el dragón terminó de cenar... extrañó a la princesa.
 

Musculoso

Narciso tenía una vida sexual satisfactoria y plena. Eso había hecho que su brazo derecho desarrollara una fuerza inusitada.

 

Desfile

Mientras cruzaban el cementerio, sus cuerpos fueron mutando hasta devenir en otros cadáveres.

 

Marketing

¡Borrá eso Noé!

¡Pero si es un nombre taquillero!

¡Te digo que lo borres!

Obediente, Noé raspó TITANIC de la proa.

 

Primavera

Esas no son golondrinas que vuelven desde lugares perdidos: son mis besos, que al no encontrar tu boca, negrean el cielo buscando su nido.

 

Viaje

Al saber que hallaría su futuro en el ayer, robó la maquina del tiempo y se lanzó en pos del destino.

 

Destino

Sabía que ella no se decidiríA sin consultar a los oráculos. Se limitó a sobornar a la adivinadora. Hoy forman un feliz matrimonio.

 

CORTITOS Y AL PIE

Tradicionales

 

Intentos

Después de la separación,  ella decidió reemplazarlo. Buscó la intensidad de su mirada y encontró una semejante en Juan, el ritmo de su risa y halló una parecida en Pedro, la esencia de su olor y percibió uno análogo en José, la cadencia de su ternura y descubrió una similar en Roberto, los matices de su inteligencia y se topó con una afín en Manuel. Su potencia sexual la halló en Marcos.  Al no lograr reunir los hallazgos en un solo hombre, determinó buscar en muchos aquel que había amado y la había amado. Pero ni aún así, pudo reemplazarlo.

 

Sueño

Desde que te conozco... ¡Muero por darte un beso! Tu boca debe ser dulce como la miel; imagino un suave roce de tus labios hermosamente dibujados para sentir tu calor, juntar después tus labios a los míos, buscar tu lengua, succionarla, soltarla. Estremecerme de placer por tu caricia. En mis sueños siempre te beso, me queda al despertar el sabor dulce y amargo de un deseo no cumplido.

 

Sola

Mecida en la dulcedumbre de su melancolía, de día se consolaba entretejiendo para el futuro, lo mismo que destejen de noche contra el olvido. Pero luego, no encuentran sosiego y hurgan la suave vagina. Y cuando alcanzan el punto que hace brotar al tiempo un oleaje de suspiros y convulsiones, piélagos de espasmo y temblor, sólo entonces, sus dedos encuentran reposo, dulcemente bañados en la pleamar del flujo interior.

 

Infiel

Deliciosamente tibia y blanda. Olía a fruta madura, a mujer en celo. Mientras ahogaba un grito intentando cerrar sus piernas otro largo lengüetazo, a paso de tren bala, le endurecía el clítoris que ahora estaba listo para la batalla.
Ya los pensamientos conyugales le volaban. No recordaba cuando fue la última vez que rezó, pero en esos momentos se atrevió a hacerlo y pidió sólo una cosa: sentir como acababa de hacerlo. Sentir, sólo sentir.

 

Tiempo

Guardada en el sonido del romper de una ola, envuelta por el aroma a sal y atravesada por un rayo de luz, apareció la magia de la soledad, desdibujada sobre la humedad de la arena.

Se sentaron con el escritor para ver juntos el mar y escribieron una historia

 

Placer

Una lengua húmeda escala lentamente aquellas piernas envejecidas. Los ojos quieren salirse de sus cuencas, se sublevan las hormonas, crujen las carnes y el espíritu se pierde en un laberinto matizado de placer.
Al terminar el ritual unas manos temblorosas y arrugadas se aferran con fuerza al cuerpo peludo de su pequeño caniche Toy.

 

Genio

Tal era la sucesión de ideas que brotaban de su mente, que no habiendo comenzado a plasmar una sobre el papel, otra aún más brillante acudía rápidamente, volviendo anticuada la anterior.

Así murió el mayor genio que jamás haya nacido: sin una sola obra que lo identificase.

 

Cenizas

Hace apenas unos meses devorábamos la luna, sumergiéndonos en el mar, en la Playa de los Milagros.
Mi cuerpo fornido era el mejor afrodisíaco para tu piel cansada. Nuestras carnes se fundían en una danza sinuosa y el placer, el éxtasis nos llegaba al ritmo de las olas.
De repente llegó el temporal. Gotas de hiel mojaron nuestros cuerpos, convirtiéndonos en dos extraños que se revolcaban en las cenizas de una historia hecha pedazos.

 

Destino

Lenta pero inexorablemente llegué a esta triste ausencia. Cerrando los ojos, vi venir este instante. Y en la imagen me encuentro ya retratado por la luz de una sorpresa, por el misterio de un cuento y una mágica distancia asomándose a esa pausa descubierta en mi destino.

 

Problemas

Para un fantasma, tan esencial es saber aparecer, como saber desaparecer.
El espectro de aquel viejo actor de carácter jamás aprendió lo segundo, provocando con ello más de una embarazosa situación.
En lugar de la perplejidad y el espanto debidos en tales circunstancias, sus víctimas quedaban sumidas en un estado hipnótico que tan perjudicial resulta para la esencia misma del viaje del fantasma.
Siempre terminaba siendo él, quien quedaba asustado de sí mismo

 

Jaulas
Se le habían encallado las palabras en algún pliegue extraño del cerebro. Quisiera hacer fluir historias en las que poder dotar de pasado y familia a cada personaje creado, y construir su personalidad ficticia en cientos de páginas perfectas donde las vidas, las mentiras y los deseos se cruzasen y entrecruzasen. Pero no se sentía capaz de asomarse a ese vértigo, y por eso escribía unos cuentitos estúpidos y aun así notaba que las tontas ideas tardaban en llegar, como si no quisieran ser encerradas en tan pocas palabras, igual que los pájaros que mueren de pena en jaulas tan pequeñas.
 

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