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Todo es diferente, pero no POEMAS SIN DUEÑA Caminos Yo llegaba del fracaso. Ya no había ninguna estrella que iluminara mis pasos... Vos estaba en el camino, con un adiós en la mano y un «sin porqué» de tu destino... Los ojos entristecidos llenos de soledades y el corazón encogido en medio de viejas historias. Así nos encontró la noche, que moría en la madrugada, de forma casual, frente a un monitor. Los dos, viviendo historias sin historia... menos que presentes, nada de futuro... Mis ojos se volvieron a mirarte muchas veces. Y mis pasos se fueron acortando... y la esperanza que crecía... Hay algo que estaba esperando desde tus ojos, que reflejaban todo... Y una madrugada, estuvieron frente a mí..., ¡Como el brillo de otra estrella! Y vi la ternura reflejada en tu mirada. Y te besé, tomé tu mano y la apreté muy fuerte. Quería decirte con ese gesto que te necesitaba... Y todo fue maravilloso, aunque hubo que encontrar las palabras, allí, en medio del camino, para sostener lo que no se sostenía por sí solo... Y las hallamos... Y nuestras almas, estas dos almas lograron sumarse a un destino... Y retomamos el sendero apretándonos las manos, como dos chicos que llevan el juguete más preciado... Descubrimos el amor... ¡El amor nuevo! ¡Último amor de la vida!... El que se queda, por siempre clavado en las viejas heridas, y logrando que de ellas, ahora, salgan flores. Y cierro esta breve historia, con dos palabras que resumen las 243 anteriores. ¡Te amo! Quiero... Quiero tantos amaneceres, aquellos que en cada rincón dejan huella Quiero... Quiero la eternidad de un beso tuyo, tormenta y calma en mi piel Quiero... Quiero la ilusión de tu voz, grito ahogado por el tiempo Quiero... Quiero atrapar tus abrazos, declaraciones secretas y silenciosas Quiero... Quiero curar tus heridas más antiguas, ecos evidentes de dolor Quiero... Quiero aprender contigo, y con locura escribir nuestra historia Quiero vivir sin castigo. Dentro No acabas de llegar, pues siempre estuviste desde el principio de los tiempos te presentí como animal agazapado en la sombra sentimiento noble, salvaje, impúdico casi aflorando en mi piel. Lujuria Mis más salvajes deseos, mi boca, para tu obscenidad, mis ojos, deseo que no se esconde, mis manos, animales salvajes que recorren tu geografía, que arrasan cuanto a su paso tocan, mi cuerpo, tronco al que asirte en este mar bravío de lujuria deseada. Siento la noche en mis poros más mi alma, caliente, ayuda a un corazón palpitante. Te busco, te nombro, te evoco, te llamo... te llamo... mas no con nombre de mujer, no con nombre de madre, ni de amiga, ni de amante si no de hembra caliente que atiende mi llamada, mi llamada de hombre, mi llamada de mar bravío de costas y de bosques: mi llamada salvaje e incoherente, mi llamada de pasión inacabada que se escribe lentamente la calma, tu alma, la noche, el deseo. Piernas No sé si todo no es nada si un sueño o quimera o si soy yo el sueño de tu realidad absurda; mis labios que dicen amor y que en amor estallan tampoco son nada si no tienen los tuyos como puerto de llegada y repito que te deseo y me da miedo la nada y grito en la noche tu nombre de amante, la que se acerca a mí de frente la que apuesta conmigo su mirada, la que abre sus piernas y me llena de fuego. |
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