Se llevaron a cabo las XXXVI Jornadas de UNCIPAR en Villa Gesell

AMORES COMPARTIDOS

La historia de UNCIPAR está íntimamente ligada a la de Villa Gesell. No había pasado un año de la creación del partido cuando en la Semana Santa de 1979, geselinos y turistas, pudieron disfrutar de las Jornadas Nacionales de Cine y Video, consolidándose desde entonces en cita obligada para los realizadores nóveles y el conocimiento sobre los nuevos rumbos de los consagrados. Este acontecimiento único que cumplió 36 ediciones consecutivas, se ha transformado en un clásico para la comunidad.

Un vecino de Villa Gesell se encuentra entre los fundadores de UNCIPAR vaya el reconocimiento para Alberto Teijeiro.

UNCIPAR  fue en sus comienzos, en plena dictadura militar, una isla en la que se respiraba libertad, mostrada en cada realización y cimentada en cada charla en los altos de las proyecciones. En estos tiempos en que se vive en plena libertad y en los que la inclusión cultural y el apoyo a las realizaciones cinematográficas en todos los niveles a través del Gobierno Nacional, UNCIPAR regala siempre nuevos aires.

Es un punto de llegada para los jóvenes realizadores y también es un punto de partida. De UNCIPAR surgen directores, actores, productores y trabajadores de la industria del cine que tendrán la posibilidad de hacer sus largometrajes y seguir creciendo. Entre ellos se destaca un hijo de Villa Gesell: Fernando Spiner que hoy es un director consagrado nacional e internacionalmente y que ganara con su corto “Testigos en cadena” la edición de UNCIPAR del año 1984. Habló en la apertura el intendente Gustavo Barrera quien dio la bienvenida a organizadores y realizadores y anticipó la realización de la XXXVII Jornada con el apoyo de la Municipalidad de Villa Gesell.
 

Compleja tarea tuvo el Jurado del concurso nacional integrado por Tamae Garateguy, Jorge Román, Marcos Vieytes, Emilio González y Eduardo Minervino. Los 34 cortos preseleccionados tenían su valor por lo que el proceso de descarte fue complejo y hasta doloroso.  Finalmente,  el reconocimiento principal se lo llevó La Reina, de Manuel Abramovich, que venía de ganar el segundo premio de su especialidad en el Bafici y fuera considerado el mejor cortometraje internacional en la 28va. Edición del Festival Internacional de Cine de Friburgo. El jurado argumentó que “expone funcionamientos sociales complejos con recursos de la ficción y el documental que atrapan, divierten y aterrorizan”. La historia transcurre alrededor de Memi, una nena de once años a la que su madre y una amiga prepararan para ser la reina del Carnaval.

El segundo lugar fue para Nuestra arma es nuestra lengua. Su director, Cristian Cartier Ballve, construyó personajes, lugares y situaciones con telas y afines. Obtuvo el premio por "materializar fabulosamente imaginarios históricos y contemporáneos, fusionando géneros, mitos populares y masivos”. Las menciones especiales resultaron para Pablo Pérez por su actuación en Un Ambiente, PB, Sin Luz, de Emiliano Di Giusto; Marionetas, de Brenda Barroero, por el riesgo de la concepción artística; al grupo de actores de La Donna de Nicolás Dolensky; a El año pasado en Mardelplá, de Santiago Korovsky y Celeste Contatti por idea original, y a Ojos Abiertos de Martín Aletta por el guión. También se entregó el premio Tato Miller (en homenaje al recordado secretario general del Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina) a la obra que reivindica valores sociales y humanos, que en este caso fue Mita’y. Allí, el realizador Luis Zorraquín expuso una situación habitual en pueblos del interior del país, en donde muchas mujeres quedan relegadas a roles secundarios, tal como le pasa a la pequeña protagonista.

La sección internacional, tuvo como jurados a  los cine clubistas Hayrabet Alacahan y Alejandro Sammaritano y la actriz Mónica Lairana y fue coordinado por Luís Kramer. El gran ganador fue el cine vasco, que se llevó los dos primeros premios. Uno fue para Democracia (Borja Cobeaga), abordando el concepto que da título al corto desde el humor y la ironía. El otro para Cólera (Aritz Moreno), en donde se entrevera un mensaje similar, mostrando cómo la voluntad de la mayoría a veces puede resultar también la intolerancia hacia el diferente, aunque en este caso fue valorado por el jurado no sólo el argumento sino también la construcción cinematográfica a partir del plano secuencia. Hubo un reconocimiento para la animación checa Tram (Michaela Pavlatova), y menciones especiales para La última escena, de Chile (Mijael Bustos) y al elenco de Camionero, de Cuba (Sebastián Milo), por sus destacadas actuaciones. Además de las dos películas nacionales ganadores, fueron elegidas otras dos para participar en el festival internacional Única, que este año se realizará en Eslovaquia. Una es La Donna (Nicolás Dolensky) y la otra es la animación Padre (Santiago Bou Grasso).

Sobre el cierre de las Jornadas, habló al Secretaria de Cultura y Educación Mabel Llompart quien dijo que “Como siempre, la Casa de la Cultura recibe a UNCIPAR, que es como decir recibe a viejos amigos y a jóvenes talentosos que crecerán continuamente” Además aseguró que “El año que viene nos veremos nuevamente. Para la Municipalidad y el pueblo de Gesell UNCIPAR es una de sus metas culturales”.

Transcurrido el meridiano del nuevo día, la fiesta de  trasladó a Kontiki, tradicional Bar Restó ubicado frente al mar y se prolongó por varias horas.  Pero… ¿Lo dejamos ahí?

 

A LA PAYADA DE UNCIPAR

 
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