De la décima a la sextilla

LA PAYADA DE LA SEMANA

 

El payador se formó

en la décima espinela

tuvo muy buena escuela

del Brujo Rosa aprendió

Más ahora decidió

Arrancar con la sextilla,

una métrica en la que brilla

la poesía hernandiana…

Espero no sea vana

no será cuestión sencilla.

 

El modelo del Martín Fierro

 

Aquí me pongo a cantar

al compás de la vigüela

que al hombre que lo desvela

una pena estrordinaria

Como la ave solitaria

con el cantar se consuela.

 

Pido a los Santos del Cielo

Que ayuden mi pensamiento:

Les pido en este momento

Que voy a cantar mi historia

Me refresquen la memoria

Y aclaren mi entendimiento.

 

Vengan Santos milagrosos,

Vengan todos en mi ayuda,

Que la lengua se me añuda

Y se me turba la vista:

Pido a mi Dios que me asista

En una ocasión tan ruda.

 

¡Y arrancamos!

 

Aquí me pongo a ensayar

con más empeño que arte

despacito y parte a parte

le pido a mi mente sana

que me tire alguna liana

para empezar a crearte...

 

Ya la primera salió

aura voy por la segunda

y aunque el ingenio no abunda

hago un esfuerzo sincero

ya he colmado un cenicero

con la rima vagabunda.

 

Ya con el mate cebado

de infelices infusiones

ando en mis obsesiones

buscando la consonancia

y aunque el tiempo diga: rancia

la practico en los rincones.

 

Hoy que una pena me aflige

y llora mi soledad,

quiero decir mi verdad

a todo aquel que me escuche:

Déjenme que desembuche

este canto de orfandad.

 

Hasta la noche es oscura

y el silencio se derrama.

Una voz dolida clama,

sumida en el encordado,

su triste canto ha llegado

cual tenue luz de una llama.

 

Sufriente de desamor

por aquella que ha perdido

ha mejorado su nido

con pintura y con flores

por’ay llegarán amores

para alegrar al sufrido.

 

El corazón con heridas

desde el adiós ha quedado

es que estaba enamorado

pero debió alejarse...

estaba por enfermarse

por que vivía enfadado.

 

Pero, se viene el verano

y en Gesell, es casi fiesta

ya no se duerme la siesta,

todos vamos a la playa

hemos cambiado la malla

y la cabeza... está enhiesta.

 

Escribir con alegría

sin eludir la tristeza

es cultivar la entereza

de la vida con su afán

como regalar el pan

para compartir la mesa.

 

Arreglándose el bigote

esto dijo el payador

"Gracias te damos Señor

por darnos este gran gozo

que esto se puso lujoso

ya que se vino el calor”

 

El payador que más quiere

para adornar sus sextinas

que estar rodeado de minas

tan bellas y talentosas,

que fuertes tan las mocosas

y que guachas tan divinas!!!

 

Para colegas rabiosos

Que andaban en cuatro patas,

Estas sextillas sensatas

Le dicen no se calienten...

Ustedes que siempre mienten

No están para serenatas.

 

Que me deje de cantar

Es el grito de la gente

Ya es su tedio evidente

Y mi pobreza notable

Más es a tierra este cable

Que purifica la mente...

 

Pero en mi mundo virtual

carente de esquizofrenias

seguiré haciéndoles venias

a los dioses del parnaso

a veces serio o payaso

en sextillas primigenias.

 

Con la métrica habitual

pero cambiando la rima

el cantor no desestima

escribirle algo más serio

digo, según el criterio

de un poeta ortodoxo.

 

Con la cuestión de Internet

el cantor se alborotó

buena onda descubrió

cuando se puso a chatear

¡Lindo sitio pa´ganar

la pucha que lo tiró!

 

Y descubrió sin quererlo

a una mina brillante

que ni hablaba de levante

aunque el lo sugería...

El bombón se divertía

y solo era insinuante.

 

Más de pronto, se soltó

y se mostró más dispuesta

el cantor subió la apuesta

y a su casa la invitó.

Ella le dijo que no,

pero aclaró: “Por ahora”.

“Yo soy más bien soñadora,

y me atrapó su poesía...

No estará lejano el día

en el que comparta su hora.

 

El cantor se lo entendió

y le dijo: Esperemos...

Seguro que nos veremos

por que el destino, eligió.

Más como Usted lo pidió,

le dedico esta payada

Espero que enamorada

con un "guasap" me responda

Y así, con muy buena onda,

visite usted mi morada.

 

Y volviendo a la sextilla

te dedico lo siguiente,

un poema diferente,

al puro estilo campero...

Ya te espero, en enero,

y vendrás, seguramente.

 

Hay en tus piernas verano

y entre tus manos calor; 

hay en tu boca el sabor

de besos de vino tinto,

y en tu ombligo un laberinto,

y en su centro un corazón.

 

Tengo un tambor en la sangre

que no me deja pensar;

tengo las llaves del mar

y sé del edén la entrada.

Tengo en la piel tu mirada

tatuada en tinta de sal.

 

Tu voz ya se hizo nido

y tu sonrisa me habita

te descubro en cada cita

y en cada beso me fundo

y después cuando me hundo

en tu cuerpo, soy feliz.

 

Nada de cargar mochilas

no existe ya el pasado

si esto que ha empezado

tiene valor singular

ni se si me vas a  amar

pero por cierto, no importa.

 

Ya está, termino el ensayo,

comienzo la despedida

no salgo de la medida

que la métrica aconseja

dale saludo a tu vieja

por que combina la rima.

 

Más una duda me asalta

Y me aprisiona la mente

A veces medio caliente,

Le doy y doy al teclado.

Más ahora aprisionado

Me digo, medio demente...

 

Compuse unas mil sextillas

algunas con buena estrella.

Áura tengo una querella

de migo conmigo mismo:

Pregunto sin eufemismos

¿qué carajo hago con ellas?

 

 

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