- Conmemoración de la muerte
de don Carlos
- LA
VIGENCIA DEL SOÑADOR
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Debe
ser verdad que nacemos con el destino escrito y que las
decisiones que tomamos, solo lo confirman. Desde pequeño, soñaba
recurrentemente con el mar, lo que era raro, ya que mí pueblo,
Germania, está en medio de la pampa húmeda y yo jamás lo había
visto. Quizás había una explicación en la admiración que tenía
por Ernest Hemingway, incondicional después de haber leído “El
viejo y el mar”. El ganador del Pulitzer por ese libro y el
Nobel de literatura por su obra, había escrito una frase que
todavía me impacta: "El hombre no está hecho para la derrota. Un
hombre puede ser destruido, pero no derrotado".
- Cuando se crearon los
Municipios Urbanos decidí hacer una nota sobre ellos, y luego de
establecer los contactos adecuados, llegué a la Villa. Y
entonces conocí a Don Carlos y otra frase de “El viejo y el mar”
vino a mí mente: “Todo en él era viejo, salvo sus ojos; y estos
tenían el color mismo del mar
y eran
alegres e invictos". Estuve más de una hora a solas con “el
viejo”. Fue su último reportaje Era octubre de 1978.
- Los geselinos lo recuerdan
fundamental y paradójicamente, el día de su muerte. Justo a él
que sigue vivo en cada rincón de la Villa.
En la plaza que lleva su nombre se
llevó a cabo un acto en conmemoración del 35º aniversario de su
fallecimiento. El mismo contó con la presencia del intendente
Gustavo Barrera, de Secretarios de Gobierno, Directores,
Concejales de todos los partidos, el Párroco Eduardo Torre,
integrantes de la jerarquía policial, representantes de
instituciones, alumnos, docentes y directivos de
establecimientos educativos, periodistas, familiares del
fundador, y numerosos vecinos.
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